El asesinato de Gerardo González Zamorano, subcomandante de la Fiscalía General del Estado de Baja California, destaca la grave situación de seguridad que enfrenta el estado y, en particular, el municipio de Tijuana. Este trágico suceso ocurrió al salir de su hogar en el fraccionamiento Loma Bonita, donde fue atacado por desconocidos que huyeron en un automóvil Volkswagen rojo.
González Zamorano, quien tenía más de 16 años de servicio y recientemente había sido ascendido, estaba asignado a la Agencia Estatal de Investigación en Tecate. Según informes, había recibido amenazas relacionadas con su trabajo, que incluía investigaciones sobre casos de feminicidios en la región, lo que sugiere que su asesinato podría estar vinculado a su labor en la Fiscalía.
A pesar de que se implementó un operativo por parte de diversas autoridades, incluido el Ejército Mexicano, hasta la noche del mismo día no se habían reportado arrestos. La violencia en Baja California, especialmente en áreas cercanas a la frontera, ha sido un tema recurrente y preocupante, y este acontecimiento resalta la peligrosidad que enfrentan los miembros de las fuerzas de seguridad en su trabajo diario.