El uso de canciones por parte de Donald Trump en sus eventos de campaña ha generado polémica entre numerosos artistas que se oponen a dicha utilización sin su consentimiento. Tras la reciente aparición de un video de Celine Dion interpretando su icónica canción “My Heart Will Go On” durante un mitin de Trump en Montana, el equipo de la cantante rápidamente emitió un comunicado aclarando que no estaba autorizado este uso y que Dion no respalda la campaña ni el uso de su música en este contexto.
Celine Dion no es la única artista que ha expresado su desacuerdo. A lo largo de los años, muchos otros músicos han manifestado su oposición a que Trump utilice sus canciones en eventos de campaña. Entre ellos se encuentran grandes nombres como Bruce Springsteen, Rihanna, Phil Collins, Neil Young, y los herederos de leyendas como Leonard Cohen y Prince, quienes también han protestado por el uso no autorizado de su música.
A pesar de esta oposición, Trump ha logrado el apoyo de algunos artistas, como Kid Rock y Lee Greenwood. En sus eventos, ha incluido también canciones de artistas como los Village People y ha usado temas de The Smiths, provocando una reacción negativa de su exguitarrista, Johnny Marr, quien se pronunció en redes sociales rechazando que su música esté asociada con el expresidente.
Este tema pone de relieve la tensión existente entre los músicos y las figuras políticas, y subraya la importancia del consentimiento en el uso de obras creativas en contextos que puede que no reflejen los valores o creencias de los artistas.