El inicio del gobierno de Eduardo Ramírez Aguilar en Chiapas se caracteriza por la presencia inédita de un "representante personal" de la presidenta Claudia Sheinbaum, Antonio Santos, quien ha generado polémica y quejas entre la clase política estatal. Santos, con un vínculo histórico a la presidenta, ha sido mal visto por su exigencia de recursos para su promoción personal sin contar con una oficina formal. Esta situación se produce en el contexto de la cercanía a las elecciones presidenciales de 2024.
Durante la toma de protesta, Ramírez Aguilar enfatizó la importancia de Santos en la gestión de proyectos de infraestructura, destacando su relevancia en el nuevo gobierno. Además, se menciona que Manuela del Carmen Obrador Narváez, prima del expresidente Andrés Manuel López Obrador, fue nombrada delegada de los Programas del Bienestar en Chiapas, lo que también sorprendió a muchos al desviar la expectativa de que se uniera al gobierno federal. Este conjunto de circunstancias sugiere un ajuste significativo en la dinámica política del estado, en un momento crítico previa a las elecciones presidenciales.