El gobierno de México ha acusado a Estados Unidos de ser corresponsable de la crisis de violencia en Sinaloa, en relación con un operativo que se llevó a cabo para detener a Ismael "El Mayo" Zambada. El presidente López Obrador ha destacado que la colaboración bilateral se ve afectada por este tipo de acciones unilaterales, sugiriendo que es esencial que Estados Unidos tome en cuenta al gobierno mexicano antes de llevar a cabo operativos en su territorio.
En sus declaraciones, el presidente también mencionó que la situación en Sinaloa, aunque complicada, no está completamente fuera de control. Sin embargo, han tenido que movilizar a las fuerzas armadas y reconoció la pérdida de oficiales debido a la violencia desatada por estas circunstancias.
López Obrador criticó la manera en que se llevó a cabo el operativo, considerándolo ilegal y destacando que resultó en muertes de personas inocentes. Hizo distinciones entre la intervención estatal legítima y las acciones irregulares, como un posible secuestro. Además, señaló que la Fiscalía General de la República carece de información completa por parte del gobierno estadounidense sobre estos operativos.
Por último, el presidente insinuó que existieron negociaciones entre el Departamento de Justicia de EE. UU. y ciertos grupos del crimen organizado, lo cual, según él, requiere aclaraciones, especialmente en vista de la inestabilidad actual en Sinaloa.