La situación en Culiacán, Sinaloa, es alarmante, con un notable aumento en las privaciones ilegales de la libertad en medio del conflicto entre grupos criminales como los Chapitos y los Mayitos. La manta anónima colgada en la avenida Álvaro Obregón acusa directamente a la Guardia Nacional y al Ejército de estar involucrados en la desaparición de personas, una acusación seria que refleja la desconfianza en las fuerzas de seguridad.
El mensaje señala que diferentes patrullas de estas instituciones de seguridad, las cuales incluso tapan sus números de identificación durante operativos, estarían participando en la desaparición de ciudadanos en sus propios hogares. Esta situación ha generado una ola de preocupación y miedo entre la población.
El gobernador Rubén Rocha Moya ha comentado que, aunque no tiene pruebas claras sobre el origen del mensaje, parece tener las características del crimen organizado. La discrepancia entre las cifras de desapariciones reportadas por colectivos de búsqueda y las que reconoce oficialmente el gobierno muestra una falta de claridad y posibilidad de manipulación de datos.
Con más de 100 desapariciones forzadas reportadas por ONG y colectivos, principalmente en Culiacán, la crisis de seguridad en la región parece escalar, reflejando un contexto de violencia y tensión social en Sinaloa.