Si bien la cantante Astrid Hadad nos enamoró con sus espectaculares atuendos, Kobra, integrante de la casa de vogue House of Drag, es la pionera del bio queen en la Ciudad de México. Tal vez parece fácil pero desde sus inicios ha enfrentado grandes retos: “Comencé sin saber nada a los 15 años, pero lo hice en el lugar erróneo, después de mi primer show tuve críticas duras y burlas. Realmente no sabía que era el drag, sólo exageré mi feminidad. Después de ver a la drag Divine y a RuPaul me interesé más en esto. Mi primera vez, ya como bio queen fue en 2016. Me integré a House of Drag, para maquillar y vestir a algunos integrantes y termine dragueandome”, comenta.
El 2017 participó en la quinta temporada de La Carrera Drag y ganó, pero no fue fácil enfrentarse a un ambiente en el que los hombres tienen el mando: “Con esto de la costumbre no es tan fácil ser drag siendo mujer porque se dice que cuentas con cierta ventaja, algo absurdo porque me enfrento a los mismos problemas que los demás; desde el vestuario, el maquillaje, hasta el personaje. Yo soy la discriminación de los discriminados”.
La única diferencia entre el drag queen y el bio queen son los genitales, ya que una chica no tiene que “montarse” esconderse el pene para que no se vea para dar un show.
“Hay una lucha por la igualdad, pero cuando quieres experimentar lo mismo que los otros entonces tienes rechazo, es una doble moral. Realmente sientes el drag: una experimentación de la feminidad. No porque nazcas mujer debes ser femenina” comenta Kobra.
Esta chica asegura que: “Ser la primera bio queen requiere mucha responsabilidad. Además, como representas una comunidad que no es tan aceptada bio queen debes ser fuerte para que más chicas se animen a hacerlo”.
Kobra no pretende hacer shows drags, más bien disfruta de exagerar su feminidad por gusto y placer. Si quieres verla en acción permanece atento a los ballrooms de vogue ya que participa con su casa, House of Drag.